Primero fueron los cigarrillos mentolados y ahora los que tienen aroma a vainilla, fresa, cacao o a piña colada. Europa y las autoridades sanitarias están librando una nueva batalla con las compañías tabacaleras para prohibir los aditivos con sabores, su último gancho para atraer fumadores/as jóvenes.
La prohibición de estos aditivos golosos se ha incluido en la nueva Directiva Europea de los Productos del Tabaco. Ya está en el Parlamento Europeo y si éste da el visto bueno, sólo quedará el consentimiento del Consejo de Europa.
También se pretende que se dejen de vender los cigarrillos delgados o ‘slim’ porque su estética está destinada a la mujer, y los estudios indican que ellas fuman más y que les cuesta dejarlo más que a los hombres.
Si se aprueba la nueva Directiva Europea de los Productos del Tabaco, el resultado será un mercado tabacalero uniforme en toda la Unión. La industria tabacalera tendrá dos años para adaptarse. Prestaremos atención.